jueves, 30 de agosto de 2007

La Iglesia en acción

Por: Sarita Sánchez Tabares

Desde mi experiencia personal, cuando entré al salón donde iba a comenzar el conversatorio llamado ´´ La familia a partir del documento de Aparecida, en Brasil ´´ sentí que iba a ser un poco monótono y aburrido, ya que esa es la visión que tienen los jóvenes de hoy en día frente a los sacerdotes, y no sólo esa visión de tedio, sino de coraje e impotencia al saber que hoy se escuchan tantas noticias de pederastia de sacerdotes.

Pero tengo que confesar la verdad, después de que la conferencia se iniciara, me metí de lleno al tema y comenzó a tornarse muy interesante; Carlos Alberto Monsalve, sacerdote y director de familia de la Iglesia de Medellín, introdujo el tema de las Conferencias Episcopales que la Iglesia dicta por todo el mundo.

Cuenta que desde el año de 1955, los papas como Pablo Sexto, Juan Pablo II, y Pío XII, convocaban en diferentes años dichas conferencias que tenían lugar en varias partes del mundo como Río de Janeiro, Medellín, Santo Domingo y Puebla. En dichos conversatorios se trataban temas enfocados a la misión del Clero, la acción de la Iglesia frente al concepto de familia, la nueva evangelización en América Latina, entre otros temas, que acogían lo que tenía que ver con la misión y el actuar de la Iglesia.

Aparecida, quizás es la conferencia que más valor y más apertura le ha dado la Iglesia, ya que se trataron y acogieron temas como el matrimonio, la vida humana, la fe y los valores humanos. El sacerdote decía: “que tristeza que todos los días se vea más la unión libre y el divorcio que el mismo matrimonio bendecido por Dios, el núcleo familiar se ha perdido de muchos años hacia acá". Es cierto, ya que desde mi experiencia puedo decir que pocos matrimonios de mi familia han podido sobrevivir a crisis y bajones que son normales en una pareja, pero que deciden separase porque el mundo de hoy les ofrece elementos distractores que los alejan de su vínculo matrimonial.

Por lo anterior podemos decir entonces que el objetivo de dichas conferencias tiene como principio básico esa necesidad de congregarse, para poder tener líneas de acción y estrategias que contribuyan al desarrollo de la Iglesia.

Para mí el concepto de familia está muy claro, ya que he recibido una formación impecable en principios y valores que han construido mis padres desde muchos años atrás. Identificar la familia como primera y única escuela formadora de la fé en la sociedad, es algo que pocos reconocen, ya que con el paso del tiempo se han desvinculado varios actores que están involucrados en el tema de familia.

Lo único que me pregunto es, ¿será que deberíamos juzgar menos y actuar más?, preocuparos más por nuestros objetivos y metas en la vida, preguntarnos qué queremos hacer, conformar un núcleo familiar o simplemente andar por el mundo distraído y alejado de lo que de verdad tenemos que hacer como seres humanos, y cumplir nuestra tarea que Dios ha delegado en nosotros.

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