martes, 31 de julio de 2007

Crisis más Entretenimiento

Considero que la televisión en una definición corta, es un medio de comunicación de masas que incita un incuestionable efecto en las audiencias, efecto que no siempre es de carácter educativo sino de otra clase de enseñanzas, que no educan ni forman a una sociedad que espera cada vez más, programas y novelas que salgan al aire.

Independientemente de los objetivos que se trace la programación, se puede decir que la televisión educa, forma, entretiene e influye en la cultura social de las audiencias, como en el pensamiento, en la ideología, en los valores, actitudes y comportamientos.

Se ve televisión para evitar el aburrimiento y el tedio cotidiano. La sociedad organizada no presenta una oferta cultura suficientemente grande y variada para usar el tiempo libre; además, la inseguridad y la inherencia de no tener otros rituales para uso del tiempo libre.
Los jóvenes, niños y adultos encuentran en la televisión una mezcla de todo lo que necesitan; prefieren ver un reality y una novela, a leerse un libro, hacer deporte y otras actividades que considero serían más sanas y de más influencia para con los otros en su convivencia.

Si hablamos de una televisión educativa se enmarcarían también los programas que concretamente se realizan para ser consumidos en el marco de una enseñanza formal, ya sea presencial o a distancia, como por ejemplo transmitir cursos de idiomas, programas culturales, programas familiares, entre otros; serían cursos con una intencionalidad educativa y planificada.
Así la televisión se convierte en un medio didáctico, que es capaz de mostrar determinados contenidos con una forma de representación distinta a las que utilizan otros medios, dejando de interesar su singularidad de superación del espacio y el tiempo.

Pienso que en nuestro país y ciudad, canales como, Canal U, Cosmovisión, entre otros, nos transmiten un contenido valioso y fácil de entender. Programas de nuestra ciudad, historia y crónicas van a pesar más que cualquier novela o reality; teniendo en cuenta que todos estos programas venden más y tienen más audiencia por su publicidad.

Por todas estas razones, considero que se hace necesaria una buena formación de valores, hábitos y actitudes de convivencia en los niños desde la infancia, para que aprendan a aproximarse a los medios de comunicación de un modo crítico, cultivando de ellos lo que tengan de positivo.

Igualmente que los jóvenes presenten proyectos y hagan parte de una televisión que entretenga, pero a la vez que eduque y forme.
Se puede decir en el tiempo real, que se hace un pobre uso de la televisión para atender a la diversidad que hay dentro de ella.

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